Obra del veredón


Continuando con la obra de rediseño en diferentes sectores de la ciudad de Adolfo Gonzales Chaves, compañeros de la Cooperativa 22 de Agosto concretaron el retiro de la totalidad de las baldosas sobre Avenida Presidente Perón entre Lavalle y España, algunos árboles del sector además de la consecuente limpieza de raíces.
La obra continúa avanzando aunque las inclemencias del tiempo generaron retrazos,  nivelándose el suelo, fijando estructura de hierro y rellenado con hormigón.
Las tareas incluyen también parquizado, instalación de canteros y nueva iluminaria que contribuirán con el aspecto estético de la remodelación.
Todo lo que se esta haciendo es gracias al esfuerzo y compromiso de los compañeros Cooperativistas permitiendo a futuro una mejor circulación diaria de los vecinos sobre el sector. La obra apunta a ser finalizada de cara al próximo Aniversario del distrito.








A todo el Pueblo Argentino Salud!


A TODO EL PUEBLO ARGENTINO SALUD!


“Independencia Argentina” es el nombre con el que se recuerda la Declaración de la Independencia de las entonces Provincias Unidas en Sudamérica, proclamada el 9 de julio de 1816 mediante un Congreso reunido en la ciudad de San Miguel de Tucumán, en la casa que era propiedad de Francisca Bazán de Laguna, que fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941.
En 1814, el rey Fernando VII, regresaba al trono de España. Esta situación le quitó argumentos de acción a los hombres que habían iniciado la Revolución de Mayo e instaurado la Primera Junta. Ya no podían actuar en nombre del rey de España porque éste volvía a estar en el poder efectivo. España quería reconquistar sus colonias. Los realistas (los partidarios del colonialismo) habían triunfado en Sipe-Sipe, Guaqui, Vilcapugio y Ayohuma y eran fuertes en el Alto Perú. Desde allí pensaban atacar las bases de patriotas ya entonces al mando de José de San Martín e invadir todo el territorio de Argentina teniendo como objetivo la ciudad de Buenos Aires.
El 15 de abril de 1815, una revolución terminó con el gobierno unitario de Carlos María de Alvear. Los revolucionarios exigieron la convocatoria de un Congreso General Constituyente. Inicialmente se enviaron diputados de todas las provincias iniciando las sesiones el 24 de marzo de 1816. Cada delegado representaba 15.000 habitantes.
Varios territorios que habían pertenecido al Virreinato del Río de la Plata no pudieron hacer llegar sus representantes: algunos por haber recaído ante los realistas, otros por estar acometidos por la invasión lusobrasileña. Todas las provincias de la Liga Federal (Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe) intentaron allegar a sus representantes pero estos fueron aprisionados por los agentes del Directorio unitario instalado en Buenos Aires, sólo por su situación estratégica y por la habilidad de sus diplomáticos una sola provincia con gobierno federalista logró hacer llegar sus representantes: Córdoba la cual, aunque no logró hacer triunfar las ideas federales, sí representó el ideario preconizado por José Gervasio Artigas. En cuanto a Paraguay, tal territorio se declaró independiente (tras haber estado confederado) ante las actitudes hipercentralistas del Directorio establecido en la ciudad Buenos Aires, en cuanto a los territorios de la Patagonia, Comahue y el Gran Chaco se encontraban bajo el dominio de los llamados pueblos originarios. El Congreso se inició con la presencia de 33 diputados.
Es de notar que, pese a una hegemonía de representantes de todas las provincias con signo “unitario” el Congreso de San Miguel de Tucumán expresó en gran parte intenciones federales mantenidas por José de San Martín, Manuel Belgrano y Bernardo de Monteagudo entre otros de sus principales realizadores, sin embargo la situación de guerra abierta con la monarquía española y la creciente injerencia del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve hizo que, tácticamente, muchos de los que podían tener simpatías por el federalismo, decidieran abroquelarse monolíticamente en una especie de “unitarismo” coyuntural ante los ataques externos.
Por otra parte, el Congreso del 9 de julio de 1816, aunque no logró (dadas las circunstancias que exigían un abroquelado) hacer prevalecer un sistema federal (y de este modo una Constitución), reivindicó la casi totalidad de lo declarado en el llamado Congreso de Oriente reunido a pedido por José Gervasio Artigas en Arroyo de la China durante abril e instituido el 29 de junio de 1815, entre otras cruciales intenciones que se establecieron en el Arroyo de la China, en el Congreso de Tucumán se proclamó la declaración de independencia argentina respecto de España y (tras una semana) de toda otra dominación extranjera.
Según la decisión de los propios delegados, la presidencia del Congreso era rotativa y cambiaba cada mes. Este cuerpo, tenía además, la facultad de intervenir en casi todos los asuntos que se presentaban a su consideración. Esto provocó interminables debates.
La votación finalmente se concretó el 9 de julio. En ese momento presidía el cuerpo, el representante de San Juan, Francisco Narciso de Laprida. Ningún país reconoció, en ese momento, la independencia nacional. Las discusiones posteriores giraron en torno de la forma de gobierno que debía adoptarse para el nuevo Estado.
Las labores del Congreso continuaron en Buenos Aires, donde comenzó a deliberar en 1817.
Tras la batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820), que marcó la profundización de las divisiones entre unitarios y federales, el Congreso se disolvió.

Acta de la Independencia:
Declarada por el Congreso de las Provincias Unidas en Sudamérica.
En la benemérita y muy digna ciudad de San Miguel de Tucumán a nueve días del mes de Julio de 1816: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado objeto de la independencia de los pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España, los representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya pueblos representados y posteridad. A su término fueron preguntados ¿Si quieren que las provincias de la Unión fuese una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli? Aclamaron primeramente llenos de santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del país, fixando en su vitual la declaración siguiente:
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protextando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuparar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y de derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad bajo el seguro y garantía de sus vidas haberes y fama. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación. Y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración. Dada en la sala de sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros diputados secretarios.
El 19 de julio, en sesión secreta, el diputado Medrano hizo aprobar una modificación a la fórmula del juramento. Donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli», se añadió: “y toda otra dominación extranjera”
Firmantes de la Declaración de la Independencia
Presidente: Francisco Narciso de Laprida, representante por San Juan
Vicepresidente: Mariano Boedo, representante por Salta
Secretarios:  José Mariano Serrano, representante por Charcas; Juan José Paso, representante por Buenos Aires
Diputados
Por Buenos Aires: Dr. Antonio Sáenz; Dr. José Darragueira; Fray Cayetano José Rodríguez; Dr. Pedro Medrano; Dr. Esteban Agustín Gascón; Tomás Manuel de Anchorena
Por Catamarca: Dr. Manuel Antonio Acevedo; Dr. José Colombres
Por Córdoba: Eduardo Pérez Bulnes; José Antonio Cabrera; Lic. Jerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera
Por Jujuy: Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante
Por La Rioja: Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros
Por Mendoza: Tomás Godoy Cruz; Dr. Juan Agustín Maza
Por Salta: Dr. José Ignacio de Gorriti
Por San Juan: Fray Justo Santa María de Oro
Por Santiago del Estero: Pedro Francisco de Uriarte; Pedro León Gallo
Por Tucumán: Dr. Pedro Miguel Aráoz; Dr. José Ignacio Thames
Por Mizque: Pedro Ignacio Rivera
Por Charcas: Dr. Mariano Sánchez de Loria; Dr. José Severo Malabia
Por Chichas: Dr. José Andrés Pacheco de Melo
Estuvieron imposibilitados de presentarse dos diputados: el coronel José Moldes (Salta) y el coronel Juan José Feliciano Fernández Campero (Chichas). Moldes se encontraba detenido en Salta y Fernández Campero en el frente de combate.

Industria Argentina



A sala llena se presentó el film Industria Argentina, en el Teatro Municipal de Adolfo Gonzales Chaves donde se contó con presencia de referentes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación por el Movimiento Evita, además de autoridades Municipales, integrantes de la Cooperativa 22 de Agosto, JP Evita y vecinos en general.
Dicha presentación se vio galardonada con la presencia de su productor y actores que formaron parte del elenco protagónico. El film fue exhibido primeramente en la localidad de De la Garma con igual éxito.
El compañero Pedro Bassi Subsecretario de comercialización de la economía social y Coordinador de cooperativas de vivienda e infraestructura a nivel nacional acompañó la presentación y al finalizar manifestó su emoción y reflexionó sobre la historia comentando que la misma es un reflejo de la vida de muchos trabajadores que luchan por una fuente digna de trabajo. Hizo mención a las políticas de Estado que favorecen desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación a mejorar las alternativas de comercialización y crecimiento empresarial. ‎"Es posible recuperar la dignidad del trabajo; es posible pensar en un pais distinto; es posible ordenar a toda la sociedad a partir del trabajo como eje fundamental" 
Además compartió un encuentro con los compañeros referentes del Movimiento Evita, la JP Evita e integrantes de la Cooperativa 22 de Agosto sobre los que destacó el buen progreso del Plan Fines, lanzado éste año. 

Mi enseña azul y blanca


“…
Cuando allá, en el horizonte
campesino, se destaca,
amparando la pobreza,
de una escuela solitaria,
protegiendo, cariñosa,
las humildes esperanzas
que se forjan en el dulce
silabario de la infancia…
Digo, pleno de entusiasmo
y civismo y en voz alta:
No hay bandera más hermosa
que mi enseña azul y blanca!”
Julián de Charras